El profesor de la Facultad de Ingeniería, Rodrigo Astroza (en la foto, abajo a la derecha), en un proyecto que realizó durante su doctorado en la Universidad de California, San Diego.
Hace más de 60 años se creó la Comisión Fulbright en Chile, programa que promueve el entendimiento entre Estados Unidos y otras naciones, a través del intercambio educativo, científico, técnico y profesional, y que actualmente está presenta en 155 países del mundo. Este programa de intercambio ha otorgado en su historia más de 25 mil becas tanto a ciudadanos estadounidenses como de otros países.
El profesor Rodrigo Astroza, de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas, fue un becario Fulbright.
En 2010 partió a la Universidad de California, San Diego, en EEUU, para realizar su doctorado. Hoy, después de ocho años desde su partida, y por segundo año consecutivo, el académico UANDES fue elegido para integrar el panel de selección a los becarios del área de ingeniería. En esta ocasión, el panel estuvo además compuesto por Bruno Philippi, reconocido empresario, académico y consultor; César Pastén, académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile; y Roberto Abeliuk, destacado consultor en temas de ingeniería y proyectos ambientales.
“Es una grata sorpresa ser nuevamente seleccionado como parte de este comitpe, y es una forma de retribuir lo que ha sido significado para mí esta beca que goza de gran prestigio internacional”, comenta.
Los miembros del panel, tienen tres funciones principales: revisar los antecedentes de los postulantes, entrevistar luego a los preseleccionados, y finalmente elegir a los seleccionados que realizarán sus estudios de postgrado en Estados Unidos.
Entre los criterios de selección que se consideran, se mide: la claridad en la investigación, impacto y beneficio que significa para el país; cuánto se diferencia y destaca el área de investigación propuesta respecto de lo existente en Chile; los antecedentes académicos del postulante; y sus objetivos personales y de estudios.
Según explica el profesor Astroza, la idea es invertir en postulantes destacados que propongan algo nuevo y que el candidato a becario muestre un objetivo claro en cuanto a dónde y cómo desarrollará su investigación o estudio, cuál es su motivación y cómo retribuirá al país después de su retorno.
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