La Directora de Estudios de la Escuela de Administración de Servicios cuenta cómo ha vivido todo este semestre online y lo que ha aprendido de esta experiencia.
Estamos a pocos días que termine el semestre y es probable que ningún profesor pueda decir que fueron meses fáciles, más bien todo lo contrario. De un día para otro se cambió de la educación presencial a una a distancia, y a eso se sumaron las preocupaciones personales y el estrés que significa que una pandemia golpee nuestro país y el mundo. A pesar de todo, es indiscutible que la vocación docente salió a relucir.
Verónica Schröder, Directora de Estudios de la Escuela de Administración de Servicios de la UANDES, cuenta que, en su caso, para que todos se quedaran en casa debieron ajustar primero algunos aspectos prácticos como disponer de los equipos y espacios mínimos para poder trabajar y lograr compatibilizarlo con la logística familiar. “Hay días muy intensos, reunión tras reunión, o clase tras clase, que impiden dedicar tiempo a las necesidades familiares. Con el tiempo y la experiencia hemos modificado los horarios de todos para repartir las actividades a lo largo del día y poder cumplir mejor con todo, obligándonos a veces a trabajar hasta mucho más tarde de lo normal”.
A pesar de lo difícil, está muy conforme con el trabajado realizado y resalta la actitud constructiva de todos los docentes de ADS, que ha hecho que rápidamente pudieran adoptar la educación online y con bastante éxito. “Pienso que podemos estar muy satisfechos por lo logrado. Me llena de orgullo la manera que los profesores han enfrentado este desafío, siempre muy dispuestos a ir implementando las ideas y sugerencias que la Escuela le ha ido transmitiendo”.
Agrega que, si bien nadie estaba preparado para esto, existía a favor que el cierre del semestre pasado fue en parte online y de que canvasUANDES estaba ya operando en la Universidad. “El coronavirus aceleró la transformación digital que pareciera llegó para quedarse. Toda la experiencia de este semestre nos servirá para planificar un mejor segundo semestre, considerando las restricciones que tendremos para volver a lo presencial”.
Sobre las lecciones que nos está dejando como comunidad universitaria esta experiencia resalta varias: “Hemos podido evidenciar que todo puede hacerse de un modo distinto al tradicional y hemos aprendido a valorar lo cotidiano, como el trato diario que hemos perdido y que cuesta mantener de manera remota con todo el equipo y las demás áreas de la UANDES. Finalmente, estamos aprendiendo a valorar lo esencial y a darnos cuenta de que podemos llevar, por ejemplo, una vida más sencilla con los nuestros”.